La verdad es que pensé que esta semana iba a estar feliz y contenta en toda su extensión, porque no era para menos, pero veo que me equivoqué bastante. Estuve bien hasta que dejé interferir a terceros, soy de esas personas estúpidas que se ponen muy mal cuando la cargan con otra persona que no es la que uno quiere. No lo sé, siempre me puse mal por eso y hace dos días que eso no es la excepción. Cuando más o menos lo estuve superando esta mañana, lo aguanté hasta recién. ¿Cuándo voy a aprender? Es un caso serio, tengo que dejar de revisar tu vida como si fuera el diario de esta mañana, un libro cualquiera, un historial de conversación, una película. Vos tenés que vivir, yo también, y así no puedo, pero es inevitable. No te hace bien supongo, y a mi tampoco hacer esto. Y mañana seguramente esté afligida y pensando mucho; y el domingo seguro me preocupe porque sigas con vida.
Y paralelamente, tengo bronca de perderme por segunda vez en mi vida a No use for a name, pero funciono así cuando no estoy de acuerdo con los precios; aunque la fecha a la cual yo querría ir es en Rosario, me cago, ¿qué carajo tiene Rosario que no tenga Buenos Aires? Todos sabemos que lo mejor está acá *unitaria*. Pero me voy a internalizar, y el 7 de abril voy a estar gritando en casa la que sería mi playlist perfecta, encabezada principalmente por esto, esto y esto. Así voy a festejar los dos años de todo esto. Alzemos las copas, camaradas.
0 comentarios:
Publicar un comentario